A unas horas de abandonar la gubernatura, el priísta Mario Marín Torres se deslindó de la derrota que sufrió su partido en las elecciones de julio de 2010, al sostener que él no estuvo al frente de la campaña, ya que si lo hubiera hecho, habría derrotado a la Coalición Compromiso por Puebla y a su candidato Rafael Moreno Valle.