05/Mayo/2011
Gerardo Rojas González

En una zona impenetrable, aún para el más panista de los diputados locales, se convirtió el área del Parque Juárez donde este jueves el presidente Felipe Calderón Hinojosa encabezó el desfile conmemorativo del 149 aniversario de la Batalla de Puebla.

El legislador Juan Carlos Espina –exdirigente estatal de su partido- literalmente se confesó derrotado por el Estado Mayor Presidencial, ya que pese a contar con invitación no logró llegar al presídium debido a las estrictas medidas de seguridad que rodearon al titular del Ejecutivo: “entre indicaciones encontradas, orientaciones equivocadas, puritano afán propio de no ostentar cargo y filas al final innecesarias, me rendí”.

La zona de Plaza Dorada fue blindada al menos 15 cuadras a la redonda y custodiada únicamente por el aparato presidencial, por lo que se impidió el acceso a ciudadanos junto a los palcos en la zona frontal del parque Benito Juárez.

Una vez iniciado el desfile, 5 minutos antes de las 11 horas, el equipo de seguridad de Calderón Hinojosa bloqueó todas las señales de radiocomunicación, con lo que teléfonos celulares y radios nextel se quedaron sin servicio durante las 2 horas y 5 minutos que duró la parada cívico-militar.

Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) revisaron minuciosamente a todos los invitados, incluidos los exgobernadores Melquiades Morales Flores y Guillermo Jiménez Morales.

Elementos de la Policía Federal, Estatal y Municipal desplegaron un intenso operativo de vigilancia, que incluyó la utilización de perros detectores de explosivos, sobre todo en el perímetro de la "Zona Dorada".

El rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Enrique Agüera Ibáñez, fue uno de los invitados que hicieron larga fila para ingresar a la zona principal con capacidad para 300 personas.

Mientras que el senador de la República, Humberto Aguilar Coronado; el diputado federal y dirigente de la CTM en Puebla, Leobardo Soto Martínez; el secretario de Turismo, Ángel Trauwitz Echeguren; el legislador local Enrique Doger Guerrero; el secretario de Competitividad, Trabajo y Desarrollo, Pablo Rodríguez Regordosa; tuvieron que pasar filtros de seguridad y fueron transportados en camiones que se abrieron paso hasta la zona de invitados especiales.

Hasta el presidente municipal, Eduardo Rivera Pérez, tuvo que pasar los filtros para presenciar el desfile, en el que participaron dos mil maestros, más de 25 mil alumnos y 61 carros alegóricos.

A diferencia de la última aparición de Calderón Hinojosa en el desfile cuando aún gobernaba en Puebla Mario Marín Torres, en esta ocasión se notó una cercanía entre el Presidente de la república y el gobernador Rafael Moreno Valle.

El mandatario federal llegó desde temprana hora a Puebla. Encabezó el juramento de los elementos del Servicio Militar Nacional, presenció todo el desfile por espacio de dos horas, acudió a la representación de la batalla del 5 de mayo y encabezó una comida con empresarios.

Destaca colorido de participantes

Durante el desfile los más aplaudidos fueron los niños y jóvenes, quienes participaron con uniformes de gala diseñados especialmente para la ocasión, mientras otros optaron por ropa deportiva o trajes alusivos a la cultura prehispánica y colonial.

Por las fuerzas armadas desfilaron un total de 5 mil elementos distribuidos en diversas columnas, entre los que destacaron los de las Fuerzas Especiales, el Agrupamiento de Paracaidistas, los cadetes del Heroico Colegio Militar y las unidades blindadas. Un grupo de 250 elementos de la Armada cerraron la fase militar del desfile.

Resaltó también la participación de un contingente de 150 Zacapoaxtlas y Xochiapulcas, y de casi 200 charros a pie y a caballo.