20/Septiembre/2004
Claudia Lemuz

Crear una ley contra la corrupción; abrir una Fiscalía Anticorrupción; instalar un Consejo Ciudadano de Transparencia y Combate a la Corrupción, así como incentivar a los burócratas honestos y cuidar la licitación de la obra y los servicios públicos son algunas de las acciones que prometió aplicar Mario Marín Torres, candidato del PRI a la gubernatura, para evitar que Puebla sea el estado más corrupto de la República Mexicana, según la valoración que hizo Transparencia Mexicana en noviembre del año pasado.

Ayer por la tarde en el Hotel Marriot, ante unas 300 personas, el priísta presentó su programa para garantizar la transparencia y el combate a la corrupción a través de ocho ejes: gobierno eficiente; código de ética; servicio civil de carrera; transparencia en licitaciones y adjudicaciones de obras y servicios públicos; reforma jurídica y desregulación; fiscalía anticorrupción; mayor profesionalización de los cuerpos de policía, vialidad, ministerio público y de administración de justicia y por último, participación social.

Al evento asistieron rectores de varias universidades y representantes de la iniciativa privada y ahí Mario Marín destacó el mal que hacen a una sociedad los actos de corrupción porque atrasan su desarrollo.

 

En el caso de México, ésta es una práctica que ha ido en aumento y por ende afecta la economía del país.

Durante su discurso enfatizó en el rubro de la transparencia en las licitaciones y adjudicaciones de obras y servicios, pues el propósito es reducir la arbitrariedad y discrecionalidad de los actos de gobierno, en el uso y aplicación de recursos públicos.

“Hoy los gobiernos deben estar más acotados, reducidos en su dimensión y con exigencias crecientes de eficacia y eficiencia en su funcionamiento”, sentenció el aspirante a Casa Puebla.

Mario Marín recordó que Transparencia Mexicana, es una organización internacional que colocó a México en el número 64 de 136 países que fueron valorados, por encima de países como Colombia, Chile y Brasil.