13/Febrero/2004
Claudia Lemuz

Ayer, en conferencia de prensa, el sub procurador de Averiguaciones Previas, Rodolfo Igor Archundia Sierra rechazó que la dependencia haya obligado o forzado a los presuntos asesinos material e intelectual de Griselda Tirado Evangelio, defensora de los derechos humanos en el región náhuatl-totonaca a declararse culpables, como lo aseguraron los presuntos responsables, Zamudio García Reyes y Amelia Cruz durante el careo que tuvieron el pasado miércoles.

El funcionario estatal aseveró que la dependencia cuenta con las pruebas necesarias para comprobar que no existen inconsistencia o irregularidades en el proceso que se le está siguiendo a los presuntos responsables de la muerte de la también consejera distrital del Insitito Federal Electoral.

Sin embargo, la Procuraduría General de Justicia de Puebla acepta que aún no ha encontrado la escopeta que fue disparada para quitarle la vida a Tirado Evangelio el pasado 6 de agosto de 2003.

Cabe recordar que el procurador Héctor Maldonado Villagómes al dar a conocer que el caso estaba resuelto para el gobierno estatal con la detención de Zamudio García, informó en una conferencia de prensa que el asesino material de 76 años de edad, había declarado que el arma la entregó a Amelia Cruz, quien le pagaría 30 mil pesos por matar a su rival de amores, dado que su esposo tuvo una hija con la occisa.

Lo cierto es que hasta el momento, los culpables insisten en que son inocentes y fueron amenazados por personal de la PGJ para firmar declaraciones donde aceptaban su culpabilidad, a cambio de evitar que también sus familias salieran afectadas.

Maldonado Villagómes, incluso, aseveró en la conferencia de prensa que ofreció el pasado lunes, que Zamudio García durante una diligencia había hablado en primera persona y luego de ser aprehendido, narró con lujo de detalle cómo había privado de la vida en el municipio de Huehuetla a la abogada