05/Enero/2004
Blanca Patricia Galindo

Pantepec.- Es una palma de bonita apariencia.

Tanto, que la mayoría de las personas que la ve se cree aquello de que sólo sirve para la elaboración de arreglos florales.

Y no. No es así.

La palma camedor, que se produce en este humilde, humildísimo y alejado municipio de la Sierra Norte poblana, guarda dentro de sí algo que se parece a un secreto.

Es más, casi casi se le puede considerar top secret.

Tan secreto, que los campesinos, tan pobres como rica es la tierra que siembran, desconocen que esta brillante palma es exportada a Japón y Estados Unidos.

Y no precisamente para elaborar arreglos florales como siempre se les ha hecho creer, sino para que de ella se extraiga la tinta que da color al dólar estadounidense.

En México, sólo dos regiones tienen las condiciones climáticas y geográficas para la siembra de la palma: Pantepec y la selva chiapaneca, según se narra a este medio.

Pero los campesinos, víctimas de la ignorancia que da el aislamiento, desconocen que por sus manos pasa un preciado bien.

Al menos en el municipio poblano –que hasta hace una década permanecía seis meses al año incomunicado por la falta de un puente que permitiera cruzar un río en temporada de lluvias- casi nadie sabe para qué se usa la palma camero, y quienes lo saben… dudan.

“Algo he oído de que decían que la palma se usa para la tinta del dólar, pero le pregunté al ingeniero –a quien se la venden- y nos dijo que no es cierto”, expresa Jaime Estudillo González.

El es presidente del Grupo Palma Camedor Sociedad de Solidaridad Social (SSS), integrada con el fin de impulsar la producción.

Incrédulo, se resiste a aceptar que la Camedor sirva para dar color a los dólares, también llamados los “billetes verdes”.

Entrevistado al caer la noche en la pequeña bodega donde selecciona las mejores palmas que son cortadas, platica que sembrar y recoger esta palma no es, para nada, una tarea sencilla.

De entrada, porque se siembra en cerros, siempre a la sombra, y luego, porque para cortarla los campesinos deben colgarse de árboles e ir bajando en cuerdas para hacer los cortes y colecta.

Luego, se hace una selección de las mejores palmas, porque aquellas que están un poco “quemadas” de las puntas, simplemente no sirven.

Posteriormente, las llevan a Tuxpan, donde venden el rollo de una gruesa en 25 pesos…. Sí, 25 pesos.

Jaime Estudillo trabaja duro junto con los campesinos que se integraron al grupo que lidera.

Y no, no cree que la Camedor sirva para extraer la tinta del dólar.

No, no lo cree.

Como tampoco lo creía Aurelia Segura Estudillo, regidora de Obra Pública del ayuntamiento.

Amable, la regidora se sorprende cuando se le pregunta sobre la producción de la palma y el uso que se le da.

“¿Para la tinta del dólar?”, responde al tiempo de comunicarse vía telefónica con Alfonso Ortiz Ortega, quien se dedica a la gestión de proyectos productivos.

Desde México a USA

En Xicotepec de Juárez, otro municipio de la Sierra Norte, Ortiz Ortega confirma aquello que los campesinos ignoran: “la palma Camedor es exportada a Japón y a Estados Unidos, donde se lleva a laboratorios para sacarle un jugo que se usa como tinta del dólar”.

El gestor de proyectos productivos –quien prestó sus servicios en el ayuntamiento de Pantepec durante pasadas administraciones- señala que incluso se han hecho investigaciones para saber cuál es el verdadero destino de la palma.

“La gente no sabe de la extracción de la tinta para el dólar”, expresa al tiempo de indicar que esto se debe, entre otros, a que los habitantes de Pantepec –localizado a siete horas de la capital poblana- casi siempre vivieron aislados.

Hoy, llevan de manera directa la palma a Tuxpan, donde les es comprada y luego destinada a la exportación, pero antes dependían de intermediarios (“coyotes”) para sacarla de la comunidad, refiere.

Lo mismo, dice, les llegó a pasar con el café, que es un cultivo alterno, pues mientras el kilogramo podía tener un precio de cuatro pesos en el mercado, a ellos se les compraba en dos pesos.

Pero insiste: la palma Camedor se usa para extraer la tinta que da color al dólar… aunque los campesinos lo ignoren.

Y es que si este humilde pueblo supiera para qué sirve la palma… seguro la venderían mejor y tendrían recursos que les permitieran superar su ancestral pobreza, concluye.

Una comunidad pobre

Pantepec es una de las comunidades alejadas de la Sierra Norte. Hasta hace una década era, incluso, también una de las más incomunicadas, ante la falta de un puente construido en la administración de Manuel Bartlett Díaz.

De acuerdo con la Enciclopedia de los Municipios de México, Pantepec “fue fundado por grupos totonacas, tepehuas y otomíes, fue sometido por Texcoco. Al ser conquistada por los españoles, perteneció a la Corona Real, con beneficio para Chicontepec. Era pueblo cabecera del Obispado de Puebla a fines del siglo XVI”.

En 1750 estuvo bajo la jurisdicción eclesiástica de Huauchinango y en 1895 figura como Municipio Libre. Inicialmente se llamo San Juan Pantepec, después Jalpantepec y finalmente se independizó de Jalpan y se llamó Pantepec.

Según la misma fuente, la cabecera municipal es el pueblo de Pantepec y en 1913 fue incendiada la población por tropas huertistas.