El gobernador Melquiades Morales Flores fracasó en su intento por erradicar la pobreza y mejorar el nivel de vida de los poblanos, pues antes de concluir su sexenio quedó agotado su modelo económico, sustentado en la inversión extranjera y la maquila, señaló el senador panista Francisco Fraile García.
Dado que en Puebla no existe equilibrio entre la solidaridad y la subsidiariedad, en la entidad al menos 40% de su población –que es de más de 5 millones de habitantes- vive en condiciones de pobreza o miseria, pues subsisten con un ingreso por debajo de la línea de pobreza.
Por tercer año consecutivo el Producto Interno Bruto de Puebla cerró por arriba del menos 1%; el desempleo es de 3% y casi 60% de los que sí están empleados carece de prestaciones y seguridad social.
“De ahí que en enero de este año Morales Flores haya hasta pedido perdón a los pobres, pues se sentía en deuda con los poblanos porque durante su sexenio no logró abatir la pobreza que padecen 2 millones de poblanos”.
Es necesario, opinó el senador, que la política económica del estado se diversifique, dado que el campo y la manufactura están estancados, mientras que la inflación está por arriba de la media nacional.
Incluso, pese a que Melquiades Morales destinó más de 50% del presupuesto del estado para educación, Puebla es de las peor ubicadas en las evaluaciones del nivel básico, lo que refleja que el estado tendrá problemas para salir adelante, si se toma en cuenta que uno de los factores que evalúa la Organización de Naciones Unidas para medir la pobreza es la calidad de enseñanza.
Ante los cambios constantes que hay en las sociedades, carecer de suficiente escolaridad o calidad de enseñanza desemboca en falta de empleo o en remuneraciones bajas que también generan pobreza.
“Tenemos ventajas competitivas que no se han querido o se han sabido explotar”, manifestó el panista.
Por otra parte, evitó hablar de temas políticos, pues dijo que primero esperará los fallos que emitan los magistrados del Tribunal Electoral del Estados sobre los recursos de inconformidad que promovió su partido.