Con un operativo de seguridad que incluyó más de 20 camionetas, la mitad de ellas blindadas, policías federales, unos 20 elementos del Estado mayor Presidencial y hasta una pareja de francotiradores, el habitante de Los Pinos, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, recorrió el Viaducto Zaragoza.
Ahí consideró “magníficas” las obras y felicitó a los poblanos, al gobernador y hasta al secretario de Infraestructura y uno de los operadores que recaudaron fondos para su campaña en 2006, Antonio Gali Fayad, a quien se refirió cariñosamente como “Tony”.
Bajo un sol intenso, la cotidianidad de los poblanos transcurrió normalmente, mientras el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, funcionarios estatales y federales acompañaron a Calderón en el recorrido por las obras que se realizaron con pretexto del 150 aniversario de la Batalla del 5 de Mayo de 1862.
En su cuarta parada y con más de una hora de retraso en la agenda, luego de visitar el Parque Metropolitano, la Academia Nacional de Formación y Desarrollo Policial, “General Ignacio Zaragoza” y el distribuidor vial, el primer mandatario precisó que no busca demeritar a ningún mandatario anterior, pero ensalzó lo que ha realizado Moreno Valle.
Ahí, y en medio de un penetrante olor a chapopote, por los arreglos que aún se realizaban ayer a la obra "magna" del morenovallismo, los reporteros de los medios estatales fueron colocados por el Estado Mayor a varios metros de la comitiva que se detuvo apenas unos 4 minutos, los que aprovechó Calderón para felicitar a Puebla por las obras.
En tanto, desde en la azotea del Hotel El Viajero, dos francotiradores oteaban la llegada del mandatario y su comitiva, armados con varios rifles de alto poder y ametralladoras.
Se resguardaban tras los tinacos del hotel y se retiraron apenas terminó el recorrido de Calderón, quien de nuevo subió a su camioneta blindada, que fue seguida por el convoy de otros 19 vehículos, para continuar con las actividades de su visita a Puebla.
La circulación de las arterias aledañas, la Diagonal Defensores y la Calzada Zaragoza, regresaron en esos tramos a su vida cotidiana, aparentemente ausente, indiferente, de los festejos del gobernador Moreno Valle y de las obras “de primer mundo” que ha realizado.