El alcalde Luis Paredes Moctezuma inauguró ayer el distribuidor Juárez-Serdán obra que costó 621 millones de pesos, de los cuales 450 corresponden a dos préstamos, uno con Banobras y el segundo con Banamex. El acto se enmarcó con la notoria ausencia del presidente Vicente Fox, el gobernador Melquiades Morales Flores y de la dirigencia del Partido Acción Nacional, al que aún pertenece el edil.
Aunque se había proyectado que en toda la obra se colocaría concreto en lugar de asfalto, que llegaría a la 10 poniente, que contaría con muros llorantes y con murales de Talavera, que la inauguraría el presidente Vicente Fox, que tendría esculturas de Carmen Parra y que por ella pasaría el metro angelopolitano, ninguna de esas promesas se cumplió.
De la fuente de Los Frailes a la rotonda de la colonia Amor se utilizó asfalto pues de acuerdo con Arturo Muñoz, secretario de Administración Urbana, había que ahorrar los 4 millones de pesos que se requería para colocar el concreto y los muros llorantes se sustituyeron con fuentes de piso, similares a las que están enfrente del Palacio Municipal.
De los invitados, solo asistieron Carlos Palafox, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Ecología y Obras Públicas, los regidores panistas incondicionales del edil Rebeca Rosas Merino, Maria Elena Fuentes Guevara, Mayra Castro Ramírez, Mercedes Dorantes Álvarez, Héctor Montiel, David Díaz y Alfonso Lardizábal Díaz; los secretarios Gerardo Alfaro Macip y Alberto Pérez Peña; el síndico, Luis Armando Olmos Pineda y la contralora Dolores Cervantes Moctezuma. Entre los ausentes destacaron Mario Marín Torres y Enrique Doger Guerrero y Ana Teresa Aranda, quienes fueron invitados al acto.
Las esculturas de arcángeles que lucieron las columnas del distribuidor no fueron aquellas que se suponía el ayuntamiento había pagado a Carmen Parra. “Así como hay poemas de autores anónimos, estos arcángeles son de autor anónimo”, comentó el edil al negarse a revelar el nombre del creador y el monto de las esculturas.
¡Bien jefe!, ¡Esas son obras patrón¡ le gritaban los más de 400 trabajadores del ayuntamiento que acompañaban al edil mientras recorría la construcción en la que los acabados de la segunda etapa estaban notoriamente inconclusos en comparación con la primera, pues aún se veían algunas partes sin remozar así como algunas columnas que no lucían piezas de Talavera que sí se aprecian en el resto.
El primero en intervenir en la inauguración fue Jorge Espina Reyes, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción y accionista de la empresa Desarrollo Iberoamericano –constructora que participó en la segunda etapa del distribuidor-.
El constructor resaltó la importancia del distribuidor y lo comparó con el segundo piso del periférico del DF, pues dijo que marcará un hito en la historia de Puebla a pesar de las críticas que recibió la alcaldía, respecto a las cuales refirió: “Que los problemas políticos y las controversias entre partidos no nos desanimen a los que queremos ver en nuestros gobernantes resultados que impulsen el desarrollo de la ciudad”.
Tocó el turno al alcalde Luis Paredes Moctezuma, quien antes de informar que el costo final del distribuidor ascendió a 621 millones de peso, minimizó el gasto que la obra representó a la comuna: “No nos importó que resultara más costosa, nos preocupó hacer lo mejor para Puebla, siempre tuvimos presente que lo barato sale caro”.
En su discurso, el edil insistió en que el proyecto del metro angelopolitano será una realidad, a pesar de que en entrevista posterior reconoció que en ese lugar habrán de colocarse bancas y kioscos en lo que otra administración retoma el proyecto. Y es que ese carril, que corresponde al del centro de la vialidad se trunca al llegar a la 4 poniente, lo que haría imposible el paso a los vehículos a menos que se retiren las divisiones de concreto que se colocaron para separar los carriles.
Paredes Moctezuma dedicó varios minutos de su discurso a narrar las complicaciones con las que se enfrentaron los constructores durante la obra y casi al final de su discurso dio a conocer la inversión que hizo el ayuntamiento, información que celosamente reservó durante la construcción del distribuidor. El costo total fue de 621 millones 84 mil 702 pesos, tres veces más de lo que se dijo que costaría el 15 de agosto del 2002.
De esa cantidad 582 millones 397 mil 294 pesos se utilizaron directamente en la obra, mientras que en trabajos alrededor del distribuidor se gastaron más de 38 millones de pesos, de los cuales 16 millones 273 mil 560 pesos correspondieron al colector y 22 millones 413 mil 848 pesos a la reubicación de líneas telefónicas, eléctricas y la red de agua potable.
En entrevista posterior el alcalde trató de justificar la ausencia de los dirigentes de su partido al explicar que este fin de semana se celebró el Consejo Nacional para determinar las reglas para el elegir a la dirigencia nacional del PAN.
De Martha Leticia Puig del Valle, propietaria de la constructora que se hizo cargo de la primera etapa de la obra –y que presentó mayor retraso- el edil minimizó sus fallas al señalar que la obra siempre estuvo en marcha.