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27/Septiembre/2002
Reyerta en el Centro Histórico
e-consulta

 Un choque entre trabajadores sindicalizados del ayuntamiento –que exigían un bono para pensionados-, policías municipales y periodistas dejó, la tarde de ayer, un saldo de al menos ocho personas con heridas leves y provocó un impresionante despliegue de las fuerzas de seguridad en la capital del estado, que bloquearon las principales calles del centro histórico.

 La movilización de 50 efectivos de la Policía Municipal, otros 50 elementos de las fuerzas especiales de seguridad –uniformados con camuflaje de soldados--, 6 perros de ataque, 10 patrullas pick up, 25 auto patrullas y el sobrevuelo del helicóptero de seguridad pública durante más de dos horas en la zona de conflicto provocó alarma entre transeúntes, automovilistas y vecinos de la zona.

 

Tal despliegue arremetió en contra de menos de 20 personas de la tercera edad que negociaban su bono al interior de las oficinas municipales.  Los uniformados agredieron a ocho reporteros y fotógrafos, uno de los cuales tuvo que ser trasladado al hospital de la Cruz Roja para atender sus lesiones.

 

La acción fue calificada de represiva, intolerante e imprudente por Mario Montero Serrano, diputado local y secretario general del PRI a nivel estatal, quien exigió la renuncia del jefe de la policía municipal, pues indicó que violentar a los periodistas es una agresión fascista que provoca reacción social.  Anunció que se reunirá la Comisión de Gobernación del Congreso local para exigir el esclarecimiento de los hechos y, en su caso, abrir un “expediente de ingobernabilidad” en contra del alcalde, que podría apoyar la remoción del mismo.

 

Empero, Luis Paredes Moctezuma, edil de Puebla, aseguró que la movilización policial fue apenas justa, pues “se hallaban instalaciones y personas secuestradas”, que si bien él no dio la orden de acción –“la policía actúa sola, para eso está”— el responsable de los hechos es el ex presidente municipal priísta Mario Marín Torres quien, reconoció, tiene capacidad para desestabilizar su gobierno.                   

 

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El conflicto comenzó desde las 13:00 horas en el edificio de la 2 Oriente número 6, a media calle del zócalo y donde se ubican las oficinas de las secretarías de Gobernación y Administración, así como la Sindicatura y la Contraloría Municipal, hasta donde llegó el líder de los trabajadores del Sindicato del ayuntamiento, Israel Pacheco, con la pequeña comitiva de pensionados.

 

En este lugar iba a ser recibido por el secretario de Administración, Humberto Loyola, para negociar el aumento de un bono para pensionados, sin embargo, la cita fue cancelada, lo que provocó el enojo de los trabajadores, quienes se apostaron afuera del inmueble e impidieron, por algunos minutos, la salida de cerca de 100 personas.

 

Al filo de las 15:00 horas llegaron al sitio unos 50 policías, que al intentar desalojar a los inconformes arremetieron contra éstos y contra reporteros y fotógrafos, a quienes golpearon sin provocarles heridas graves. El periodista Francisco Sánchez Nolasco, de Tribuna Radiofónica, sufrió una herida en el rostro, por lo que fue trasladado a un hospital, mientras otros tuvieron lesiones leves.

 

Dos horas más tarde fueron llevados al centro siete perros del comando canino, con lo que serán resguardados todos los edificios del ayuntamiento “mientras se restablece el orden”, sostuvo el presidente municipal, Luis Eduardo Paredes Moctezuma, de extracción panista.

 

En conferencia de prensa, el edil acusó a su antecesor, el priísta Mario Marín Torres, de ser el causante del conflicto, pues es quien se encuentra detrás del líder sindical, Israel Pacheco. Su intención, sostuvo, es tender “una cortina de humo” y distraer la atención ciudadana, luego que en los últimos días se acusó que en su gestión fueron desviados al menos 300 millones de pesos, además que corrieron versiones de que la PGR tiene evidencias en su contra por presunta protección a narcotraficantes.

 

“Siempre hay quien desea estabilizar y encuentra un idiota útil”, subrayó el edil al desestimar a Pacheco de quien, dijo, “pudimos ser amigos”.

 

Sobre las agresiones sufridas por los periodistas, Paredes Moctezuma las minimizó, al decir que éstos “sólo tuvieron tres rasguños” por meterse en medio de líos, “pero no les queda el papel de mártires, no tienen vocación para eso”, les reconvino con sarcasmo.

 

--¿Y usted tiene vocación de mártir víctima de Mario Marín?— preguntó uno de los agredidos sin obtener respuesta alguna del munícipe.

 

Al preguntarle si le pareció exagerado el despliegue policiaco en la zona rechazó tal situación, pues el edificio se encontraba “tomado” y había personas “secuestradas”. El orden, remarcó, debe prevalecer, por lo que desde ayer ordenó la custodia de los edificios municipales del centro con policías y perros de ataque “para disuadir a cualquiera que intente desestabilizar la ciudad”.

 

Otros reporteros gráficos lastimados fueron Rafael Durán y Joel Merino, de Intolerancia Diario, Ramiro Molina y Rafael Murillo, de El Sol de Puebla y Jesús Medina de En Confianza.

 

Hacia las seis de la tarde, Mario Montero Serrano realizó su pronunciamiento en el Congreso del Estado e indicó que la acción policial es una muestra de la incapacidad de Paredes Moctezuma para gobernar y resolver los conflictos con los pensionados por la vía del diálogo; y la ingobernabilidad, representada también por la agresión a los reporteros, es un argumento válido para remover del cargo al edil.

 

En tanto que la Comisión de Gobernación del Legislativo local estudia el caso, indicó, la renuncia del jefe de la Policía Municipal debe ser inminente, pues no se puede vivir con seguridad si en cualquier momento la represión en contra de los ciudadanos es una herramienta del gobierno local.

 

Mientras, el líder sindical señaló que lo único que hicieron sus compañeros jubilados y pensionados apoyados por él fue solicitar un trato más justo debido a que el ayuntamiento no les paga su salario puntualmente y para hacerlo los obliga a subir a una oficina con muchas escaleras lo que resulta incómodo tomando en cuenta que muchos de ellos son personas de la tercera edad que tienen problemas de hipertensión arterial.

 

Manifestó que su sindicato agrupa a 589 trabajadores jubilados del ayuntamiento y que en el momento del desalojo había con él  150 personas de edad  avanzada así como mujeres embarazadas, quienes también se encontraban ahí buscando los mismos beneficios. 

 

or su parte, el Comité Directivo Estatal del PAN, lamentó las agresiones sufridas por periodistas y otras personas durante la recuperación del inmueble, así como solicitó al ayuntamiento “revise y analice la actuación de la fuerza pública para deslindar responsabilidades y sancionar conforme a derecho a quien o quienes hayan incurrido en excesos en este desalojo”.

 

resentaron ayer denuncias ante el Ministerio Público, a fin de que se actúe en contra de sus agresores. (Con información de Ivonne Caballero, Beatriz del Castillo y Blanca Patricia Galindo)