11/Septiembre/2002
Rodolfo Ruiz Rodríguez

 

Insatisfacción con la actual estructura de gobierno de la UAP, que centraliza la toma de decisiones y coarta los espacios de deliberación comunitaria; y la falta de una reglamentación que norme el ingreso, promoción, permanencia y superación de los académicos e investigadores, son algunas de las principales conclusiones de los talleres organizados por la comisión creada por el Consejo Universitario para la elaboración del Plan Estratégico de la Universidad Autónoma de Puebla de aquí al 2020.

 

El documento “Análisis general y recomendaciones” también destaca que la vinculación que mantiene la UAP con la sociedad y el sector productivo es escasa; que su oferta profesional es rígida y poco diversificada, debido a que sus programas de estudio siguen una lógica muy tradicional; que su planta docente está desmotivada y envejecida, amén de que el perfil de sus egresados es deficiente.

 

Las conclusiones de la Comisión Especial 2020 del Consejo Universitario, cuyo titular es el ex rector de la UAP, Alfonso Vélez Pliego, se encuentran disponibles en el portal www.buap.mx, en el cual aparecen desglosados los reportes de cada una de las sesiones de los talleres de planeación estratégica que sobre Investigación; Globalización, Sociedad de Conocimiento y Desarrollo Regional; Gobierno y Administración Universitaria; Extensión Universitaria y Difusión de la Cultura, y Docencia se realizaron hasta agosto del 2002.

 

“Hay insatisfacción con la estructura actual de gobierno en la B.U.A.P., por lo que parece indispensable revitalizar el sistema de representación y abrir nuevos espacios de deliberación comunitaria sobre asuntos de la vida académica e institucional, para fomentar la participación de los profesores, investigadores y estudiantes mediante canales institucionalizados.”

 

“La centralización de la toma de decisiones (tanto en el ámbito central como en las escuelas y facultades) es causa tanto de ineficiencias como de un sentimiento de frustración por parte de los miembros de la comunidad universitaria, que reivindican el papel complementario y equilibrador de las autoridades colegiadas frente a las personales. Lo fundamental en este caso es determinar qué áreas de decisión pueden y deben descentralizarse hacia las unidades académicas, actualmente subalternas. Es indispensable, igualmente, acompañar estas medidas con la creación de los sistemas de información y evaluación pertinentes, para hacer responsables  a las unidades a las que se otorga mayor autonomía de gestión.”

 

En materia de investigación, la Comisión del Consejo Universitario encargada de elaborar el llamado Plan de Gran Visión 2020 sostiene que la posición competitiva de la UAP frente a otras instituciones de educación superior es débil, por la falta de integración de equipos interdisciplinarios de trabajo, los escasos apoyos económicos, la ausencia de una política de desarrollo sostenido y el hecho de que otras universidades les ofrecen mejores oportunidades, lo que provoca la fuga de talentos de la UAP.

 

Sobre la plantilla docente de la UAP, la Comisión –en la que también participan los investigadores Elías López Cruz y Lilia Cedillo, así como los académicos Jaime García Barrera y Jacob Bravo Olguín, entre otros- puntualiza que ésta no sólo está desmotivada y envejecida, sino llena de incertidumbre por la falta de políticas claras y transparentes en los procesos de contratación, promoción, superación académica, permanencia y retiro de la Universidad.