Aunque últimamente se niega su importancia, el rescate financiero fue el mecanismo estabilizador que en México redujo sustancialmente el impacto de la crisis de 1995 y evitó una salida más lenta a la difícil situación que generó el quebranto económico.
Esa es una de las premisas fundamentales que defiende Nora Lustig en su libro México: hacia la reconstrucción de una economía, cuya segunda edición fue presentada ayer en la Universidad de las Américas-Puebla (UDLA-P), donde afirmó que no hay en puerta una situación de crisis en el país, pero es preciso dar el justo valor al rescate financiero externo y permitir su arribo en situaciones difíciles.
“En 1995, sin el paquete de rescate en que participó el Fondo Monetario Internacional con 17.8 mil millones de dólares y Estados Unidos con 20 mil millones de dólares, no se hubiera sobrellevado la crisis y habría tardado más el proceso de estabilización”, aseguró.
La postura de Lustig fue avalada por los investigadores y catedráticos especialistas en economía, Carlos Bazdresch, Gonzalo Castañeda y Andrés Velasco, quienes junto con Pedro Noyola, de la firma consultora SAI, realizaron los comentarios de aproximación al texto que se caracteriza por contener un análisis de la pobreza y la distribución del ingreso en México durante los últimos 25 años.
Como ex asesora de la Unidad de Pobreza e Inequidad del Departamento de Desarrollo Sustentable y Programas Sociales del Banco Interamericano de Desarrollo, la rectora de la UDLA-P hace, en su texto, un recuento histórico y social de las causas de las crisis de 1976 y 1982, además de los quebrantos de 1986 y 1995, en la transición de una economía cerrada hasta los aciertos e infortunios del crecimiento.
Aseguró que del pasado se pueden aprender las formas atinadas y desventajosas en que se afrontaron la caída del petróleo, el alza en las tasas de interés, a fin de hacer las correcciones a tiempo del rumbo de las políticas económicas futuras. Es notable, dijo, cómo México sobrelleva la crisis de Asia, de Rusia, la devaluación de Brasil, el decrecimiento de la economía de Estados Unidos y la baja del precio del petróleo.
El libro, publicado en 1994 por primera vez bajo el sello del Colegio de México, fue calificado por los comentaristas como texto obligado para investigadores y académicos, a fin de informarse sobre el contraste que hay entre el informe económico y la pobreza.