11/Diciembre/2002
Blanca Patricia Galindo

Porque no se trata de un inmueble catalogado como histórico y porque el Instituto de Asistencia Pública del Estado (IAPEP) tiene facultades para enajenar bienes de su propiedad, la Contraloría, a cargo de Héctor Jiménez y Meneses, validó la subasta del inmueble ubicado en el 204 de la 9 Oriente, donde se alberga el restaurante “La Conjura”.

De acuerdo con el dictamen emitido por la Secretaría de Desarrollo, Evaluación y Control de la Administración Pública (Sedecap), se declaró así improcedente la queja presentada por Ramón Beltrán López en contra de la venta del inmueble, que costó a Jesús Manuel Hernández 750 mil pesos.

Asimismo, se deslindó al director del organismo de beneficencia, José Garmilla Herrera, de cualquier responsabilidad administrativa sobre este caso.

En cuanto a la cifra en que fue rematado el inmueble, al que se incluyó en el régimen de condominio, la Contraloría argumentó que el valor fue asignado por el Instituto del Catastro.

Entrevistado cuando se realizó la subasta del inmueble, Garmilla Herrera argumentó que como el gobierno tenía interés en parte de éste, “lo más conveniente es vender lo que queda (cerca de 300 metros), pues el IAPEP necesita pagar al estado un adeudo de 6 millones de pesos antes del 31 de diciembre”.

Cuando se dio la venta, a pesar de que se registraron 15 interesados, sólo se presentó como postor Jesús Manuel Hernández.