Aún cuando el Poder Judicial de Puebla recibe mayores recursos en promedio que otros estados, las resoluciones de sus jueces son parciales, prevalece la lentitud en los procedimientos ejecutivos mercantiles y hay ineficiencia en la ejecución de sentencias.
Además, resalta el estudio “Administración de justicia en México. Indicadores en materia mercantil e hipotecaria”, elaborado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y el despacho Gaxiola Moraila, los juzgados son insuficientes y carecen de áreas especiales para audiencias.
El estudio publicado en el último número de la revista Este País da cuenta también de que durante una visita in situ hecha por miembros del ITAM en los juzgados, se constató que sus condiciones generales son negativas; la eficiencia del ministerio público alcanzó apenas 1.32 puntos, de tres posibles.
Destaca que en la asignación de recursos al Poder Judicial, Puebla se ubica por arriba del promedio nacional, pues mientras éste alcanza un puntaje de 1.87, aquí es de 2.11. En 1998 se destinaba a este rubro 1.41% del presupuesto general de la entidad, para el 2001 fue de 1.51%, por lo que se pasó del quinceavo lugar nacional al catorceavo.
Los rubros en los que Puebla registró una caída más severa entre 1998 y el 2001 son la imparcialidad de los juzgadores, que pasó del segundo lugar nacional al treintavo; la rapidez en los procedimientos ejecutivos mercantiles, en que se bajó de la posición 18 a la 26 y en la eficiencia en la ejecución de sentencias, que pasó de la 6 a la 23.
El documento de referencia establece que entre las principales causas de las deficiencias en el Poder Judicial poblano el exceso de trabajo, dilación en el emplazamiento, retardo en las notificaciones y admisión de pruebas, admisión de recursos notoriamente improcedentes, así como falta de personal, magistrados proyectistas, así como de estímulos económicos a los trabajadores.