En un ambiente irreverente y pacífico, miles de jóvenes de universidades públicas y privadas marcharon para repudiar el sesgo con que, acusan, TV Azteca y Televisa han informado en torno al proceso electoral 2012, y les demandaron que digan “la verdad”, que dejen de “prostituirse”, y que claudiquen en su intención de “meter mano” en los resultados del próximo 1 de julio.
“Apaga la tele, enciende la mente” y “¡México despierta!” fueron consignas que acompañaron a los rebeldes con causa de la marcha #YOSOY132, convocada a través de las redes sociales y originada en la Universidad Iberoamericana de la ciudad de México, y que con orden y entusiasmo marcharon y lanzaron proclamas durante más de tres horas.
Los universitarios y unos pocos profesores y padres de familia se reunieron en el zócalo de la capital poblana desde antes de las 18:00 horas, para desde ahí caminar por las principales calles del centro hacia las instalaciones de TV Azteca, en Avenida Juárez, y Televisa, en la Colonia La Paz, donde demandaron "la verdad" y que no haya injerencia de estas empresas en los comicios.
Funcionarios menores de las dos empresas recibieron el pliego petitorio, sin mayor interés y en un acto de absoluta demagogia.
El momento de su generación
La marcha comenzó con un millar de asistentes pero que luego fue sumando fuerza a su paso y recibió muestras de apoyo de personas que salían de los cafés y restaurantes, para sumarse con aplausos a las demandas, o desde sus coches hacer sonar el claxon para solidarizarse.
Al regresar de Televisa, una columna larga de universitarios cubría un sentido de la Avenida Juárez, desde la fuente de Los Frailes hasta la 25 sur, y los organizadores contabilizaban “al menos” cinco mil integrantes.
Con matracas, pancartas, caricaturas contra el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, y otras en que entrelazaban los logos del PAN y de la empresa de Emilio Azcárraga Jean, los universitarios pasaban de una consigna a otra, incluso hasta llegar a la famosa “2 de octubre no se olvida”, en alusión a la masacre de estudiantes en 1968, cuando el país era gobernado por el poblano Gustavo Díaz Ordaz.
Muchachos emocionados que, por su edad, nunca habían visto una marcha de estas características por las calles de Puebla, este miércoles salieron a las calles para ser ellos protagonistas de lo que sólo conocían en los libros de historia: la protesta social legítima.
El ingenio de la protesta
“No vine por mis tortas, vine por mis huevos”; “no somos uno, no somos 10, prensa vendida cuéntanos bien”; “queremos al precioso en un calabozo”, "hay que estudiar, hay que estudiar, el que no estudie como Peña va a acabar”, fueron algunas de las consignas y cánticos que se unieron a un sonoro “culeerooosss, culeeroos“, al unísono, al pasar frente a las instalaciones de las televisoras.
A la vanguardia, Apolo Carreto, estudiante del Tecnológico de Puebla, era de los más entusiastas, gritones. Con no más de 20 años de edad, lanzaba advertencias a los dueños de los medios de comunicación:
“Nosotros queremos que estas votaciones sean limpias y justas. Y que no estén manipulando la información. Lo que nosotros buscamos, como jóvenes, es que digan la verdad. Que todos los dueños de los medios de comunicación realmente tengan los huevos de afrontarse (sic) a toda la bola de pendejos que tenemos arriba…”
“Les exigimos una verdadera información, no manipulación, no una prostitución de medios. Queremos un Pueblo informado, que la gente en las elecciones emita un voto con conocimiento. Queremos ante todo una pluralidad, somos un movimiento partidista”, dijo a e-consulta Alfredo Orduña, de la Escuela Libre de Derecho, de camino al zócalo, en donde con el canto del Himo Nacional terminó la marcha #YOSOY132.
La primavera de Puebla
La tradicional Puebla clasista quedó sepultada en la marcha, en donde lo mismo y codo a codo caminaron estudiantes de la Libre de Derecho, de la Universidad Iberoamericana, la Universidad Autónoma del estado de Puebla, los tecnológicos y muchas más, en coincidencia con la demanda a los medios informativos profesionales e informadores de que no manipulen la realidad.
El amplio contingente estuvo siempre vigilado por policías municipales quienes, habrá que decirlo, se portaron a la altura y nunca amagaron a los universitarios, sino por el contrario organizaron su paso para que resultara lo menos engorroso para los automovilistas.
Al llegar al Paseo Bravo, ya de regreso y con la noche encima, los estudiantes se alertaron cuando aparecieron a toda velocidad dos patrullas de las que frenaron rayando llanta y con las torretas y sirenas encendidas, pero que se dirigían a alguna actividad en un Oxxo cercano. De la alerta de los manifestantes, no pasó el hecho.
Entre risas, con la alegría propia de los estudiantes, en la algarabía de los gritos de "voto informado, jamás manipulado", “aquí se ve, aquí se siente que Peña no va a ser Presidente”, la marcha logró este miércoles, al menos por unos momentos, la imposición de voces que demandan democracia, que piden con vehemencia y legitimidad que México despierte.
Si Francia tuvo en 1968 su Mayo de París, este miércoles México logró su Primavera de Puebla.