En medio de gritos femeninos desaforados por la presencia del gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, en pleno mitin de apoyo a su candidatura, Javier López Zavala fue desplazado por momentos de la atención de los cientos de militantes priístas que colmaron la explanada del estadio Cuauhtémoc, para dedicarse a rendir idolatría al presidenciable.