Como “ficticio” calificó el munícipe Enrique Doger Guerrero el presupuesto heredado por la administración del panista Luis Paredes Moctezuma, lo que no sólo derivó en un reajuste por más de 600 millones de pesos, sino que podría provocar un reajuste a la nómina.
Estos ajustes se deben a las ampliaciones presupuestales “sin sustento” realizadas por la administración pasada, “sin contar con ingresos reales” que dieran certidumbre a las finanzas municipales.
A pregunta expresa de los reporteros sobre si se han dado despidos o no al interior del actual ayuntamiento, tajante contestó que hasta el momento no se han visto afectados los rubros de nómina o gasto corriente.
Bajo este argumento, el munícipe descartó que se registren altas y bajas en el personal, aunque insistió en que se está haciendo un “reajuste” a la nómina.
Todo esto porque “pues como no… si había una nómina inflada donde se hicieron muchas contrataciones (…) por eso estamos reajustando pero no hay despidos (…) aunque si nos encontramos ante la necesidad de hacerlo, lo haremos”.
Con relación a las bajas en el personal, Enrique Doger exhortó a regidores y funcionarios municipales para que en el ánimo de seguir sus aspiraciones políticas rumbo al 2006 no abandonen el cargo, y de paso negó que se haya sumado al proyecto presidencial de Roberto Madrazo.
Aunque molesto contestó para luego subirse a la camioneta Suburban: “No he recibido ninguna invitación de nadie (…) además todavía no estamos en tiempos de campaña (…) ustedes ya me quieren sacar (…) mi compromiso es por tres años hasta donde tengo entendido”.