13/Marzo/2006
Juan Pablo Proal

Los testimonios que utilizará la periodista Lydia Cacho Ribeiro para demostrar la responsabilidad del gobernador Mario Marín Torres durante su detención emanan directamente de funcionarios allegados a la administración estatal. La periodista reveló que trabajadores del servicio público están dispuestos a declarar a su favor, con tal de exhibir la complicidad tejida entre el mandatario y el empresario Kamel Nacif Borge.

En entrevista concedida a e-consulta, Cacho Ribeiro adelantó que funcionarios de la administración estatal le han hecho constar que están dispuestos a aportar pruebas e incluso declarar para demostrar la culpabilidad de Marín Torres.

Justo ayer, la periodista denunció ante la Procuraduría General de la República (PGR) al aparato de justicia del estado de Puebla así como el gobernador Mario Marín Torres, por los delitos que la autora del libro Los Demonios del Edén imputa al gobierno de la entidad: tentativa de violación, falsedad de declaraciones, abuso de autoridad y conspiración.

Cacho Ribeiro adelantó que la denuncia también será presentada ante las Fiscalías contra la Agresión a Periodistas y Delitos contra Mujeres. Este recurso se suma al interpuesto por el Partido de la Revolución Democrática el pasado 20 de febrero, que inculpa a las autoridades jurídicas del estado, incluida la juez que dictó auto de formal prisión a la periodista, Rosa Celia Pérez.

También ayer, empresarios de Puebla pidieron a la Cámara de Diputados iniciar un procedimiento de juicio político contra el mandatario poblano, y sostuvieron que de no atenderse su petición, promoverán un paro comercial a nivel local.

Las acusaciones de la presidenta del Centro de Investigación y Atención a la Mujer tienen su origen en la detención que sufrió el pasado 16 de diciembre, cuando elementos de la Policía Judicial de Puebla la aprehendieron con distintas irregularidades, según acusaría posteriormente.

Además de la presunta tortura psicológica que sufrió la escritora, dos meses después se revelaría la red de complicidad entre el gobierno del estado y el empresario Kamel Nacif Borge para detener a la periodista, como quedó exhibido en unas grabaciones difundidas en el periódico La Jornada.

Entre otras revelaciones, la conversación desnudó que las autoridades de Puebla estaban coludidas con “El Rey de la Mezclilla”, a quien Cacho Ribeiro relaciona en su último libro con el pederasta Jean Succar Kuri, líder de una red de prostitución infantil internacional.

Cacho Ribeiro denunció que durante su traslado de Quintana Roo a Puebla sufrió diversos abusos psicológicos, además de que se le limitó el consumo de alimentos y medicinas. La periodista reafirmó este lunes su acusación y reforzó su discurso, al informar que presentó “pruebas contundentes” que demuestran las irregularidades perpetradas por la justicia poblana en su contra.

El gobierno del estado continuó con su política de evadir el tema. Javier López Zavala, secretario de Gobernación, se negó a brindar una opinión sobre la denuncia presentada por Cacho Ribeiro, aduciendo ignorar el contenido del recurso legal.

“La decisión es ser respetuosos de la ley, nosotros vamos a ver en qué consiste esta denuncia y estaremos pendientes para dar respuestas en el momento procesal oportuno”, prometió por la mañana López Zavala. Sin embargo, en el transcurso del día el gobierno del estado evitó tocar el tema y ni siquiera lo mencionó en los boletines que cotidianamente envían a las redacciones de los periódicos.

Ex líderes de cámaras empresariales de Puebla exigieron a la Cámara de Diputados iniciar un juicio político contra Marín Torres. Los argumentos presentados por el constructor Eduardo García Suárez y el ex textilero Ricardo Villa Escalera son que en la entidad es inexistente el Estado de Derecho, las autoridades violan constantemente la libertad de expresión y, por último, las irregularidades en la detención de la periodista Lydia Cacho Ribeiro.

Los empresarios amenazaron con ejecutar un paro comercial a nivel local e incluso hasta nacional, para exigir la salida de Marín Torres. Otra estrategia de los ex líderes de la ultraderecha poblana será viajar a España y el Vaticano para denunciar las faltas perpetradas por Marín Torres.